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lunes, 25 de julio de 2011

de imposibles y errores

Son mucho más bonitos los imposibles que los errores.

En estos primeros, las imágenes parecen no desaparecer, quedan esparcidas de manera casi inapreciable en nuestra selectiva memoria, enquistadas como si de espinas se trataran. Con ello nos aferramos a palabras que todos los demás olvidaron y atesoramos gestos que nadie más vio.
Nos dan la excusa que necesitamos para atrevernos a sentir, para amarnos sin preguntas ni respuestas, con el miedo en el cogote y la ilusión en la punta de la lengua.
Nadie apuesta por un error, pero sí por un imposible. Dadle las gracias a Shakespeare.

miércoles, 20 de julio de 2011

toma 1

Mira, yo me inclino a pensar que lo más interesante de conocer a una persona nueva es que puedes elegir el cómo, tienes la elección de amoldar tus defensas a lo que escuches y veas en lugar de tener todas las alertas en marcha. Lo que quiero decir es que eres tú la que decide como he de conocerte, la que tiene en su mano enseñarme lo que quiere que conozca acerca de si misma. Puedes, por ejemplo, mostrarme la cara que todos conocen, la de mujer guapa que se va de fiesta y le gusta pasarlo bien o también puedes abrirte sinceramente y mostrarme la mujer apasionada e independiente con metas en la vida.... 
Bueno, ¿sigues queriendo que te invite a esa copa?

jueves, 14 de julio de 2011

moneda a moneda

Me gustaría concentrar todo aquello bueno que alguna vez hubo en mí en las yemas de mis dedos, recorrer con ellas cada centímetro de tu piel y así inundarla con la energía que tantas veces he absorbido.  En el mejor de los casos saldaríamos la deuda destructiva que nos ata. Moneda a moneda, una fortuna gastada. Desgraciadamente no dispongo de ese poder, mis yemas no hacen milagros en tu piel y por eso sólo me queda perderte tesoro, moneda a moneda.

domingo, 10 de julio de 2011

todos los hielos se derriten

Mira esos dos hielos danzando en el fondo de un vaso estrecho y translúcido.
No saben que tienen fecha de caducidad, que morirán en el tubo.
De poder elegir, me quedaría en esta barra para siempre, con la única condición de que nadie preguntara, de que nadie me esperara, tan ensimismado que la música fuera un rumor lejano.
De momento aquí sigo, lo suficientemente lúcido como para saber que no estoy lo suficientemente borracho. A fin de cuentas hasta ahora sólo he bebido para sangrar las noches que te susurré al oído, que te bebí en mi copa.
Podría beberte cien veces más, incluso en esta pero, por suerte...tus dos hielos ya se han derretido para siempre.

miércoles, 6 de julio de 2011

zumo de tiempo

El tiempo no vuela, se desvanece.
Este mismo instante de tinta no volverá a tener lugar en el transcurso de mi vida, como no lo hará ninguno de los que ya he dejado atrás.
Suena rotundo. Y, como al exprimir una naranja, muchas veces se saca poco partido a una vida.
He ahí el motivo por el que nunca más intentaré exprimir el tiempo, me lo comeré.
Porque cada gota es importante y no pienso renunciar a ni una sola.