_

_

sábado, 27 de agosto de 2011

al menos

Y así me quedé, sin corredores de adoquín irregular y desgastado, sin estupideces de bolsillo y muletillas añadas, sin regañinas, sin número 23, sin noches plagadas de palabras de luz de luna.
Y así abracé el aire y callé, solo callé. Frotando los ojos, quieto, como si mi cuerpo fuera un sueño sin escapatoria. Elegí el peor momento para perder la palabra, para llevar la armadura más grande, para ser tan niño, tan yo…
Al menos la luz caliente de la mañana apagará la tormenta y bañará tus pies, y así el lobo será más lobo que nunca y así la sombra volverá a la sombra. 

sábado, 20 de agosto de 2011

vivir hasta despedirnos


Viajar lejos con la mente y respirar profundo, llenando el pecho.
Abrir los poros de la piel a todos los escalofríos que deseen llegar.
Absorber toda la energía vital que permitan los sentidos.
Ganar y perder pero siempre en positivo.
A ratos con la respiración y el alma dormidas y a otros con sobredosis de sangre en las venas, con atracones de vida en la boca del estómago.
Arriba y abajo, como el alcohol, como las drogas, como el sexo.
Sólo quien es consciente de estar siempre a la misma distancia de la muerte sabe vivir como en los libros de filosofía, como en los diálogos para recordar de Hollywood.
Apretando los dientes cuando duele y sacándolos a relucir cuando se puede.
Siempre con el mismo fin, vivir hasta despedirnos.

martes, 9 de agosto de 2011

conflictos de intereses

Comprendí lo insultantemente fácil que es caer en el cinismo, con irremidable frecuencia, el mismo día que me di cuenta de que no era como los demás chicos, de que yo no era ellos, de que ellos nunca podrían ser yo.
Encontré tal disparidad de intereses, tal cantidad de motivos, que comprendí que no se podría escapar eternamente de los palos y engaños.
Cada uno tira hacia su lado. Es normal.

miércoles, 3 de agosto de 2011

la risa

La risa nos cubre el acento, la risa nos compra el destino.
La risa nos desnuda y libera nuestros verdaderos colores.
Mientras bebemos del maldito reloj del tiempo esperando a que la fortuna se nos abalance, por una sola vez…
Que nos caliente los días y nos haga soñar bonito, que nos dé un escalofrío de los que anestesian y nos lleve del mundo cuando nos sintamos viejos.
Una risa que sepa contestar la pregunta mis ojos, que cuando no esté yo, abrace al mundo.
Todo por un gesto, debiera ser lo justo.