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miércoles, 12 de agosto de 2015

sincericida es mal

Diseccionando la derrota,
mirándome fiero y fijo,
dijo:
¿es que hay otra?

¿Otra?
Docenas, todas,
cada par de labios,
mundos que veo pasar.
Uno no da por encontrado
hasta que cese de buscar.

Y vino, entonces: sal

Sigo sin reparar
en que, programados
para ofendernos,
pecar
 de sincericida


es mal.

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A raíz del comentario publicado por un anónimo:

En primer lugar, mil gracias por tu comentario. Creo que no nos conocemos, si no sabrías lo mucho que me encanta discutir (que no pelear). Así que podría decirse que me has hecho un favor, ya que elaborar esta respuesta me ha hecho más ilusión que escribir el texto al que hace referencia.
Voy a tratar de analizar el texto de una forma general, para ver qué te parecen mis comentarios al respecto y si consideras que cambian (o no) tu percepción sobre el mismo.

Esto es complicado y, de hecho, es la primera vez que voy a hacerlo por escrito y en público, así que entiende y disculpa que no sea tan exhaustivo como la profesora pelma de Lengua de 1º de Bachillerato.
Por comodidad, voy a hablar de estrofas y recursos literarios con una alegría propia de algo que no soy ni pretendo ser (sí, suena imbécil, poeta). He escogido esta fórmula por impacto, por agilidad, por rítmica del texto y por poner en valor la posibilidad de mayor número de interpretaciones con menos palabras, todo lo demás es intuición.

Por el mismo motivo, voy a hablar como si fueras una mujer y como si el texto se refiriera a dicho sexo, por supuesto es traspasable al masculino.

Comencemos.

[...]



El título y el mensaje del texto son engañosos a conciencia, como luego explicaré. El mensaje del texto para mí es: tú no eres “ella”.

Espero que hayas tenido la fortuna de ser “ella” alguna vez para alguien. Si es así podrás comprender mejor mi planteamiento de que –personalmente- el amor es un ejercicio inconsciente de sedentarismo, de crear hogar, entendido como contraposición a uno de nomadismo, de buscar como forma de vida.

Como ves, dicho paralelismo coloca un sentimiento (el amor) no sólo como eje principal del texto, sino que lo equipara al cambio decisorio que configura la historia de la humanidad tal y como lo conocemos: el hombre primitivo deja de errar y caminar a razón de las estaciones, decide parar para crear un hogar para sus días…

Es en este contexto general en el que…

La primera estrofa es deliberadamente ambigua –como lo será todo el texto a fin de dar cabida a las interpretaciones, et voila, a la discusión - pero de ella se desprende:
1)            que algo se ha peleado y no se ha logrado (“la derrota”),
2)            que por tanto alguien está dolido (“fiero y fijo”) y
3)            que se lanzan cuestiones más o menos desafiantes a fin de obtener explicaciones (“diseccionando”). 

La estrofa la cierro con un lenguaje más ambiguo si cabe (la ambigüedad del "hay", la ambigüedad del "otra").

¿Qué es “haber”? ¿Qué significa “otra”? De esta forma, ya en la segunda estrofa, enlazo con una progresión que termina en hipérbole (“docenas, cientos, todas”) e introduzco dos conceptos claros:

1)cada mujer y por ende cada par de labios, es un mundo diferente. Un mundo al que a priori no dispongo acceso, un mundo a descubrir y del que asombrarse. Un mundo que sin duda dejo pasar, de la misma manera que todas las decisiones que tomamos, crean mundos paralelos y alternativos. Los mundos del "Y si hubiera..,?". Podrás ver que esta es una valorización total de la complejidad y unicidad del ser humano, puesto que un mundo se debe descubrir, en un mundo se debe invertir esfuerzo, tiempo y trabajo, a un mundo hay que adaptarse o morir, un mundo se debe cuidar con esmero, en un mundo hay que crear y construir, etc. Esta analogía del trinomio personas-amor-mundos puedes encontrarla de una forma más elaborada en el texto “niño de Troya en ti”.

B) no se encuentra si no se ha dejado de buscar. Todas sois otras, tú incluida (la del texto) por el simple hecho de no ser “ella”, por no ser esa tierra que ha conseguido que finalmente cese de buscar. Y despersonalizo el texto (“Uno no da por encontrado”) para hacer hincapié en que esto es algo que no está en mis manos decidir. Recuerdo una frase de James Joyce en Ulises que dice algo como (cito de memoria) "El hombre no sabe porque ama, sencillamente se transforma". Esa es la idea. No hablamos de una búsqueda deliberada o un carrusel de faldas, no hablamos de labios superficiales como creo quieres apuntar. El hombre no sabe porque busca, sencillamente para cuando encuentra, cuando la encuentra a “ella”.

La segunda estrofa es, por tanto el gancho y nudo del texto: no eres ella. Lo que aquí se trata no es una infidelidad, es precisamente un ejercicio de sinceridad y transparencia. Y, si me apuras, un concepto tan de estar por casa como: no eliges de quién te enamoras.

La siguiente estrofa (o verso mejor dicho) sigue jugando con la idea de movimiento del texto completo ("vino", "sal"). Y por su parquedad y tono nos lleva a imaginar a alguien tremendamente ofendido. Pero…¿ofendido por haber entendido que no es el elegido o por haber querido interpretar precisamente lo que tú (Anónimo) has entendido?

De ahí el cierre, siguiendo mi opinión de que, dado el grado de egocentrismo y de la aparente (aparente por lo superficial, pero esto lo discutimos otro día) consciencia de la individualidad que tiene el humano actual, de la alta estima en la que se tiene, parecemos venir “programados” para ofendemos en estos casos.

No sé tú, pero yo quiero ser el jodido Neo, yo quiero que me elijan como su mundo todos los días de su vida. Por eso cuando no sucede, apunto a que el primer gatillo mental del común de los mortales es ofendido (luego ya vendrán otras etapas en el proceso de asimilación de la situación).

Este texto es, en origen, un test a esa susceptibilidad que tenemos todos implantada. Una verdad (y remarco, ha de ser sincero) como “no eres ella” nunca debería ser vista como una ofensa o como una excusa (“no soy ella porque no quieres cerrarte a otras”), a lo sumo una verdad más o menos dolorosa que todos tendremos que aceptar con deportividad.

Me resulta curioso, que habiéndome seguido por un tiempo, esta sea la primera vez que hayas comentado (asumo) para añadir tu crítica. Precisamente en un texto que está pensado para generar esa gama de interpretaciones y despertar esos gatillos en el lector. Como siempre, yo escribo y cada uno lee su texto. Desde luego te agradezco que lo hayas hecho, y que lo hayas hecho en este en especial, para así poder discutirlo.


Espero sinceramente que vuelvas (y con más comentarios) y que tú, y todos los demás que lo hayan leído, hayan sido alguna vez él o ella. Yo lo he sido algunas veces y otras no, y al principio me he ofendido. No se puede ser el mesías en todos los mundos. 

9 comentarios:

  1. Llevo siguiendote casi un año, y me parece increíble lo que sueles escribir, no tanto por lo que escribes sino por como trasmites ciertos sentimientos que parecían extinguidos entre las personas del siglo XXI. Pero he de decirte que, este no esta entre mis favoritos. Sinceridad si, pero hacer daño no. Asi va el mundo, con el pensamiento de "docenas, todas, cada para de labios mundos que veo pasar" . El "sal" de despues era bastante predecible. Y Sinceridad si, vende humos por no obtener un sal despues, no. eso es lo que esta mal, pero hay sinceridades egoistas, despreocupadas, casi insultantes, como esta. Espero poder volver pronto a este blog y quedarme con mejor sabor de boca, como hasta ahora.

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  2. Gracias por tu respuesta. Todo un honor ser el destinatario del mensaje. Lo primero es que entiendo tu punto de vista, cuanto menos sincero, real y más que común.Gracias por la disección. Pero de este texto entiendo que a la sinceridad le añades una cognotacion negativa añadiéndole el sufijo -cida, el cual hace referencia a matar, destruir o exterminar. Y la sinceridad debería ser de todo menos negativa. Por otra parte entiendo que concluyes que es malo ser sincero, por que? Y por último, ya que no quiero extenderme más ni que pierdas mucho tu tiempo en esto (prefiero que lo hagas deleitando con otra de tus publicaciones), decirte que si, es cierto que uno no deja de buscar hasta que encuentra, pero no es muy compasivo transmitir ese sentimiento a una persona que se está sintiendo , más que ofendida, dolida. Si tantos sentimientos conocemos y tan poco queremos ofender deberíamos empatizar un poco más, no es necesario lanzar la flecha directamente a la herida. Yo tambien he buscado esa tierra, y me di cuenta que,lo que yo seguía buscando, estaba en aquella antigua tierra que yo pensaba era esteril pero tenia que labrarla para que me diera todo el mundo que yo esperaba y no fui consciente la primera vez. Afortunadamente tuve la suerte de poder regresar y tuve la oportunidad de labrarla y crear la vida que tanto buscaba. Y esto pude hacerlo porque no hubo ofensas en la sinceridad -nunca sincericida- Espero que consigas encontrar tu tambien tu tierra, sea pasada como la mía o futura. Saludos y un placer la discusión, que no pelea.

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    1. Nada de honores, faltaría más. Eso sí, la próxima no seas rasqui, déjate de anónimos e invítame a unas cañas para discutir de estas cosas macho.

      El título y el final están construidos con esa connotación negativa precisamente para denunciar, como te decía, que decir verdades que duelen sea visto como una ofensa y/o algo que debe evitarse por miedo a no herir. Herir, por más que nos pese es inevitable. Love is a loosing game.

      Para mi una verdad es siempre mejor que cualquier mentira, por bonita que sea. Lo sé porque me han dicho de las dos. Y existen verdades que nunca deberían endulzarse. Siempre con respecto, con tacto, con empatía, pero nunca endulzarse, porque entonces corremos el riesgo de perder el mensaje y dejar puertas entreabiertas. Creo que las tibiedades deben evitarse lo máximo posible cuando se trata con sentimientos de alguien que espera respuestas. Obviamente, el texto es una exageración, o mejor, una "dramatización" de una situación, soy un poco capullo pero nunca he hablado en verso (todavía).

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  3. Ya te daba por desaparecido, y hoy, con retraso imperdonable, me asomo y me encuentro el texto y su resaca. Uno no elige de quien se enamora, ésa es la clave, a mi modo de ver. Curiosamente se la tomé prestada a Lannister, una noche que estaba viendo la serie Juego de Tronos, para justificar al día siguiente en Madrid por qué había escrito yo el libro sobre Patti. Con lo que el sentido puede ser todo lo amplio que queramos... Un placer verte de nuevo por aquí.

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    1. A cuentagotas pero aún vivo. Al menos tengo dejada la publicación y no la escritura. Aún estoy a la espera de que cierta personilla me dé mi ejemplar del mencionado libro ^^

      Te dejo aquí un descubrimiento reciente que me ha gustado bastante. Un abrazo!

      www.youtube.com/watch?v=ETnnHRnpXxA

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  4. Estuvo en el 2013 por aquí. Muy grande, sí, no sólo en tamaño.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Mi querido Panijaguar (que diría nuestro Luiggi) o mente inquieta rebosante de entropía..
    En los tiempos que vivimos, la sinceridad ondea en los balcones de todo "juglar", y sin embargo escasea en su versión aplicada. A la gran mayoría del personal se le llena la boca recreándose sinceros y justificándose siempre bajo el paraguas de la verdad, siendo esta una licencia habilitante para todo lo que se te ocurra. Sin embargo, cuando de amor (casi siempre propio) se trata, la sinceridad se suele sintetizar en un mar de vestiduras y medias verdades. Yo, personalmente, conozco 0 casos (me incluyo en la muestra) de personas que hayan sido completamente sinceros con su par cuando han tenido que serlo, que por ende, debería ser siempre.. y mi conjetura al respecto es que en el fondo de todo ser, nuestra mente-corazón no es capaz de gestionar (y provocar) el daño emocional hacia alguien que nos importa.
    En definitiva, el ser humano es emocionalmente un cobarde entrenado.

    Un abrazote,
    no cuelgues la pluma!

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