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jueves, 5 de junio de 2014

un porqué siempre encuentra un cómo

Si tan sólo la talla de nuestras voluntades
coincidiera con la de nuestros propósitos,
tendríamos nuestras ambiciones
y los sueños que desprenden
agarrados por las pelotas.


Un deseo que no persevera es una tontería, como la mordedura de un perro en una piedra.


2 comentarios:

  1. Este con leerlo dos veces me ha bastado

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  2. El miedo siempre ha sido la zancadilla de la ambición

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