mientras termino de lavarme los dientes
y él maneja el termostato.
¿Te gusta que haga calor en la habitación o qué?
Y pienso:
Maldito
imbécil.
Duermes
bajo un edredón con el aire acondicionado modo pingüino.
¿Estás
loco? ¿Es eso? ¿Eres otro blanco loco de clase media de Carolina del Norte?
Me cago
en tus 72 grados,
en el hombre de Marlboro,
en los billetes de un dólar,
en el café aguado
y en la manteca de cacahuete.
Este país sólo lo salva la
dulzura de las mestizas asiáticas
y tal vez
los dedos gigantes para animar en
los partidos.
Pero contesto, una vez he escupido pasta de dientes sobre Norteamérica:
No. Justo
ahora iba a encenderlo yo.
ey paniii como que la dulzura de las mestiza asiáticas?? olvidas a los latinos de Miamiiii wey!!
ResponderEliminar