Eres otra persona.
Eso complica las cosas.
Es decir,
qué lejano, que estanco, qué ajeno.
Eternamente esforzados en colonizar gentes:
aunque se tenga el patio sin barrer,
aunque ni siquiera se haya conquistado uno mismo.
Abordar, ofender(se), decepcionar(se)
y en última instancia embarcar hacia otra gente igual
de lejana, de estanca, de ajena.
Hasta morir achicados al tamaño de mendrugos de pan.
Desgobernados y repartidos por tierras extrañas.
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