Es un chino japonés y coreano del norte y del sur.
Un alfiler de pelo negro azabache levantando mucho peso,
de tal forma que la espalda se le comba
pero no se le parte
Diría que no llena sus zapatillas, ni una 34 de mujer, ni
tan sólo llenaría un coño
delgadito.
Se esfuerza.
Suena de improviso una sintonía
oriental
por la tele del gimnasio.
Un anuncio de pistachos.
Le miro y me devuelve la mirada porque quizá esté leyéndome la mente.
Pollo con almendras.
No puedo sino descojonarme en mi fuero interno.
Soy un genio o un idiota.
Una de esas pequeñas cosas que le alegran a uno el día.
Espero que no lea esto ese chino japonés y coreano del norte
y del sur.
Vuelve a darle vida a esto pani!
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